Flor de durazno

Pocas novelas se han escrito desenvolviendo un argumento amoroso en la dinámica de los sentimientos y pasiones de todos los rincones del corazón, pero que a la vez las acciones son tan naturales como retratadas del original. Sin violentar la narración, yendo hacia lo sensualista, el autor ingeniosamente logra pintar la naturalidad de las escenas. La moral no sale ofendida pero el argumento es interesante y no sale fallido. Presenta una lección ejemplar de la vida, que es ejemplar para el lector en general.